ASESORIA ESPECIALIZADA EN PENOLOGIA
ANA LAURA FLORES SOSA
CATEDRATICO: LIC. JOSE LUIS PRIETO
Definición de Pena
Etimológicamente la palabra pena viene de la expresión
latina poena y ésta a su vez del
griego poine que significa dolor, que
a su vez está relacionada con ponos
que significa sufrimiento, y en el ámbito jurídico es el dolor físico y moral
que el derecho impone como consecuencia inevitable a quien trasgrede la ley al
incumplir una obligación, cuando con la obediencia de la norma se satisfagan
intereses sociales importantes.
Se puede definir la pena como un castigo que establece la
ley y que como retribución ha de infligirse a quien comete un delito, para
mantener el orden jurídico.
Cesar Becaria sostuvo que “Las penas que superan la necesidad de conservar el
depósito de la salud pública son justas por naturaleza; y las penas son tanto
más justas cuanto más sagrada e inviolable es la seguridad y mayor la libertad
que el soberano conserva a los súbditos.” (Becaria, p.11)
Francisco Carrara
menciona que “La pena es un mal que de conformidad con la ley, el Estado impone
a quienes con la forma debida son reconocidos como culpables de un delito.”
Desde la antigüedad
podemos observar que los seres humanos se valían de ciertos procedimientos para
imponer castigos en dado caso que se infringiera la ley, según la época y el
lugar en el que nos ubiquemos en la historia, podemos observar diferentes tipos
de penas corporales.
Foucault, en su libro Vigilar
y Castigar nos hace un análisis de los métodos impuestos, desde lo que se
le llaman suplicios, a finales del Siglo XVIII; que son penas corporales
inhumanas impuestas a sujetos que se consideren como infractores de la ley. Estas
penas implicaban mutilaciones de miembros corporales, exposiciones vergonzosas
ante el pueblo, juicios rigurosos. Todo lo anterior con el fin de exponer al
juzgado a un castigo vergonzoso, lento y muy doloroso.
Posteriormente, para el Siglo XIX, se comienza a pensar
un poco más en el sujeto a castigar y su integridad física y moral, con esto
los suplicios fueron desapareciendo, haciendo de los castigos un poco más
humanos. En esta época ya se contaba con especialistas para la imposición de
las penas y se pensaba en su proporcionalidad de tiempo, el fin de esto como ya
se mencionó anteriormente fue humanizar las penas y los castigos. Aquí deviene,
también la imposición de la pena privativa de la libertad en instituciones
carcelarias más adecuadas y salubres con sistema mixto, esto quiere decir que
podían estar fuera de las celdas de día y por la noche eran recluidos
nuevamente. Así también se comienza a utilizar las jornadas de trabajo dentro
de los reclusorios, tales como la elaboración de zapatos, adornos, etc.
Actualmente, con la presencia de la ONU y su labor por
cuidar de los derechos humanos con sus diversas instituciones coadyuvantes, las
instituciones penitenciarias deben de seguir una serie de reglas y normas, para
el bien de los reos, así como también, se cuenta con individualización de las
penas, dándole con esto a los presos una oportunidad mas benéfica de cumplir
sus penas impuestas y todo con el fin de lograr una rehabilitación y una
reinserción social exitosa.
Análisis de las penas
corporales y su ejemplificación.
Como ya se menciono anteriormente, desde la antigüedad el
hombre se ha encargado de imponer penas a las conductas que trasgredieran a la ley,
mismas que eran inhumanas. A continuación se da una serie de ejemplos de estas:
Caso # 1:
Damiens fue condenado, el 2 de marzo de
1757, a pública retractación ante la puerta principal de la Iglesia de París,
adonde debía ser llevado y conducido en una carreta, desnudo, en camisa, con un
hacha de cera encendida de dos libras de peso en la mano; después, en dicha
carreta, a la plaza de Grève, y sobre un cadalso que allí habrá sido levantado
[deberán serle] atenaceadas las tetillas, brazos, muslos y pantorrillas, y su
mano derecha, asido en ésta el cuchillo con que cometió dicho parricidio, quemada
con fuego de azufre, y sobre las partes atenaceadas se le verterá plomo
derretido, aceite hirviendo, pez resina ardiente, cera y azufre fundidos
juntamente, y a continuación, su cuerpo estirado y desmembrado por cuatro
caballos y sus miembros y tronco consumidos en el fuego, reducidos a cenizas y
sus cenizas arrojadas al viento". En esta época la institución
más importante era la iglesia, cualquiera que cometiera un delito en contra de
ella era castigado de manera severa y muy dolorosa, como lo vemos en el ejemplo
anterior.
Caso # 2:
Empalamiento: Un palo se empuja
fuerte, abajo a arriba, mediante el cuerpo de la víctima.
Vlad el Impaler (más conocido
como Drácula), de Rumanía siglo 15, conocido por empalar a sus víctimas
obligándolas a sentarse en un fuerte y grueso palo. El polo se plantaba en
posición vertical y la víctima se lo dejaba deslizar por el palo más abajo por
su propio peso. A menudo, el palo que emerge a través del esternón de modo que la punta
podría ser colocado bajo la barbilla para evitar más deslizamiento.
Muchas de las torturas impuestas, eran parte de un castigo para enemigos
utilizados para hacerlos sufrir y enseñarles un estatus jerárquico.
Caso # 3:
Sierra de Tortura: Muy
común, cortaban la victima a la mitad.
Las sierras de torturas
eran muy comunes, ya que los dispositivos se encuentran fácilmente en la
mayoría de las casas y no se requieren complejos aparatos. Es una manera barata
de torturar y matar a una víctima acusados de brujería, adulterio, asesinato, blasfemia,
o incluso robo. La víctima era atada al revés, permitiendo que la sangre que se
desvíe hacia el cerebro. Esto aseguraba que la víctima se mantuviera consiente
durante el mayor tiempo posible, se frenaba la pérdida de sangre y para causar
la máxima humillación eran colgados desnudos. La tortura podía durar varias
horas. Mientras que algunas víctimas eran cortados completamente en la mitad
solo era como un gesto simbólico, la mayoría sólo se cortaban hasta su abdomen
para prolongar el tiempo que tardaría en morir. Otro
comportamiento que era altamente punible, era la brujería y la hechicería,
exponían a la victima a una humillación publica para servir de ejemplo a los
demás ciudadanos y evitar futuros delitos relacionados.
Caso #4:
La
Pera: Dependiendo del género del torturado la
pera era introducida por el ano o la vagina, una vez dentro de tu cuerpo se
giraba una manivela que abría el artilugio en tu interior causando un dolor
insoportable, además de la expansión el objeto tenía en su punta unos pinchos
se clavaban en tu interior. La prostitución era castigada directamente por la
iglesia, esta institución consideraba esta profesión como profana y vulgar,
merecedora de un castigo cruel para enseñar la lección de no volver a cometer
dicho delito.
Caso #5:
El separador de rodilla:
Rompe las rodillas y otras extremidades
Otro instrumento preferido por la Inquisición
española, debido a su versatilidad, es el separador de la rodilla. Es un vicio
como instrumento equipado con fuertes picos en ambos lados de la empuñadura.
Como el torturador convertido el mango, las garras lentamente apretó contra sí
mutilando y penetrar la piel y los huesos de la rodilla. Aunque su uso rara vez
dio lugar a la muerte, el efecto fue a hacer las rodillas completamente inútil.
También se utiliza en otras partes del cuerpo incluyendo los codos, brazos e
incluso la parte inferior de las piernas. Otro
delito no tan penado pero igualmente castigado era el de robo, el castigo que
imponían por este raramente era con el fin de llegar a la muerte, era mas bien
imponer el suplicio para que el delincuente aprendiera la lección de no volver
a cometer un robo.
Como podemos observar,
los delitos siguen castigándose en la actualidad, sin embargo hoy en día se
contemplan diferentes puntos a favor del imputado, con el fin de proteger sus
derechos humanos. Muchos de los delitos que antes eran castigados fuertemente
con suplicios, hoy se castigan con medidas alternativas, tales como penas
pecuniarias, o incluso con simples ordenes de restricción.
Las ciencias penales han
avanzado tanto que lo importante al imponer la pena es la búsqueda de una
rehabilitación y una reinserción social exitosa.
BIBLIOGRAFIA
- · García Domínguez, M. [n.d.] Pena, disuasión, educación y moral pública. Obtenida el 02 de Junio de 2012 de:www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/175/dtr/dtr3.pdf
- · Becaria. C. 2003. Tratado de los delitos y de las penas.(1er ed.) Autor.
- · Carrara, F. [n.d.] Programa de Derecho Criminal. Parte general. Vol 1. Ed Temis. Bogotá, p.62.
- · Foucault, M. 2002 Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión.- 1a, ed.-Buenos Aires: Ed. Siglo XXI. Argentina, 2002.Traducción de: Aurelio Garzón del Camino.
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